Los tratados de libre comercio: una avanzada contra los trabajadores

nro. 4 / 27 ene 2017
#debate
 Por Javier Echaide, doctor en Derecho. Miembro de ATTAC Argentina
 Los tratados de libre comercio (TLC) son acuerdos internacionales entre países para abrir sus fronteras en materia económica. Se trata de permitir el intercambio de mercaderías, servicios y capitales. Lo que puede sonar favorable a primera vista, pronto muestra su verdadera cara: implica desmantelar progresivamente las medidas que los países poseen para proteger su producción nacional. Esto impacta negativamente en la clase trabajadora, ya que productos importados reemplazan a los nacionales y se pierden fábricas y puestos de trabajo. 
Estos acuerdos van más allá del comercio entre países e incluyen temas muy peligrosos:

  • Propiedad intelectual: perdemos el derecho a usar una semilla. Para usarla deberemos pagar la patente a Monsanto. Por su parte los medicamentos serán mucho más caros que lo que sale producirlos, ya que Bayer u otra farmacéutica exigirán su patente e impedirán la producción de genéricos. Así, habrá enfermos que no podrán usar el remedio que necesitan, por su elevado precio.
  • Protección de las inversiones extranjeras: Los TLC permiten a las multinacionales demandar a los gobiernos ante tribunales internacionales sin tener que pasar por los tribunales locales. 
El gobierno de Mauricio Macri impulsa una agenda de liberalización similar a la del menemismo de los ´90, cuando Argentina desmanteló casi todas las medidas de regulación ante el capital transnacional y perdió miles de fábricas y puestos de trabajo. El resultado es conocido: la peor crisis de nuestra historia en 2001.
Los tratados de libre comercio, cualquiera sea su nombre (ALCA, TLC, Tratado Transpacífico, etc.), sirven para aumentar la riqueza de las grandes empresas a costa de los empleos y los derechos de los trabajadores. Provocan desocupación, flexibilización laboral y pérdida de derechos sociales. Permiten importar cosas más baratas, pero hipotecando nuestro futuro y el de nuestros hijos. Es una nueva versión del viejo refrán: “pan para hoy y hambre para mañana”.
Por estos días, si revisamos los diarios, podemos encontrar noticias de cierres de fábricas o recortes de puestos de trabajo por el incremento de las importaciones. Es una avanzada a la que los trabajadores debemos hacerle frente de forma contundente, como cuando fue el ALCA: con conciencia, organización y movilización.