nro. 7 / 20 abr 2017
#elpueblosemueve
Reclaman trabajo y no ser discriminados
El 30 de marzo se produjo el primer paro migrante de la Argentina. Muchos de los participantes fueron trabajadores de la economía popular, doblemente marginados, doblemente de pie.
Hace ya algunos meses, treinta organizaciones de migrantes de diferentes países, residentes en la Argentina, venían conformándose en asambleas para poder coordinar lo que fue el primer Paro de Trabajadores Migrantes. Estuvieron representados casi todos los países de América Latina y hubo presencia de países del Caribe y África. El día elegido para la medida de fuerza fue el 30 de marzo, en recuerdo del incendio en un taller textil que terminó la muerte de seis trabajadores bolivianos. Esta tragedia visibilizó el grado de explotación que padecen y el cambio en las políticas migratorias.
Los motivos del paro son muchos. Desde el bombardeo mediático que responsabiliza a los inmigrantes limítrofes de los males estructurales del país, como la falta de trabajo o el padecimiento de las redes del narcotráfico. En el último se sumó el cambio de políticas migratorias por parte del gobierno nacional, como la creación de un Centro de Detención del Migrante o el Decreto de Necesidad y Urgencia que facilita las deportaciones.
Es por eso que, ante el avance de las políticas represivas sobre la totalidad del pueblo, que siempre se ensaña con los más discriminados, apoyamos y participamos del paro migrante y levantamos la consigna que señala que “¡Ningún ser humano es ilegal!”