Semillas de un modelo agropecuario alternativo

nro. 7 / 20 abr 2017
#debate
Contra la Argentina sojizada



La desigualdad histórica en el acceso a la tierra se presenta hoy, ante la falta creciente de trabajo y alimentos, como un asunto urgente. El modelo sojero, una de las columnas vertebrales de la economía nacional, es uno de nuestros problemas más graves. Una Argentina dedicada a la exportación de soja, con un campo altamente tecnificado, que genera concentración de la tierra en los pooles de siembra, reemplazo de trabajadores por máquinas y encarecimiento de los alimentos.

Desde el poder, se justifica el modelo en la necesidad de conseguir dólares. Pero éstos no se destinan a las necesidades de todos, sino principalmente para pagar deuda externa y fugar capitales. A su vez, la tecnología necesaria para sostener este modelo productivo implica serios riesgos para la población, como los que generan los herbicidas que atacan la salud y el medio ambiente.

Pero hay alternativas a este modelo de agricultura sin agricultores y devastación ambiental. Existen experiencias de productores que abandonan el empleo de agrotóxicos para abocarse a la producción agroecológica y redes urbanas para la distribución de productos orgánicos. Para que las semillas de esas experiencias se puedan multiplicar camino hacia un modelo productivo de soberanía alimentaria, debemos distribuir tierra de forma estable, crear nuevos mercados de alimentos, empresas comunitarias y estatales acopiadoras y transportadoras.

Debemos también recuperar herramientas que supimos tener: una Junta Nacional de Granos que desplace a las trasnacionales del agronegocio; una red de ferrocarriles que permita el intercambio económico entre las economías regionales; puertos y una marina mercante propia para que sea nuestro país el que se quede con el beneficio de nuestras exportaciones.

Pensar un nuevo paradigma de producción agrícola-ganadera es parte de la gran tarea de repensar y refundar nuestro país.